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Oración en familia. Domingo XXV del Tiempo Ordinario

ORAR EN FAMILIA. Presentación

La experiencia de “nuestra Oración Continua hoy”, nos ayuda a vivir en la presencia de Dios los acontecimientos de cada día.

En nuestras obras educativas, la presencia de la oración en la vida y actividad de nuestras aulas y capillas, favorece la escucha de la Palabra de Dios, el cultivo del silencio y el recogimiento, la humanización de nuestras relaciones…

En nuestras familias, la presencia de la oración en común, será una oportunidad para:

  • crecer en unidad con Dios y con los miembros de nuestra familia.

  • vivir todos los acontecimientos de la vida familiar: alegrías y dolores, tristezas y esperanzas, nacimientos y cumpleaños, enfermedades y adversidades, decisiones importantes… en confianza y abandono en el corazón del Padre.

  • sanar con el perdón las relaciones heridas.

Con la intención de impulsar y acompañar una sencilla vida de oración en familia, os ofrecemos una propuesta para compartirla en común, en el fin de semana: en torno al Evangelio dominical, con una breve meditación y una pregunta para la reflexión y el diálogo, para concluir con una oración y dejando al amparo y protección de la Virgen maría la vida y oración de nuestras familias.

ORACION EN FAMILIA. DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO

 

Iniciamos + En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

 

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 9, 30-37.

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos.

Les decía:

«El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará».

Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle.

Llegaron a Cafarnaúm, y, una vez en casa, les preguntó:

«¿De qué discutíais por el camino?».

Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante.

Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:

«Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».

Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:

«El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».

 

Meditación compartida

Jesús, tú nos dices que quien quiera ser importante, sea el servidor de todos. A mí, me gusta ser importante, que mis papás se fijen en mí y me premien con alguna chuchería. Pero a veces, siento que me cuesta servir, estar atento a las necesidades de mis hermanos en casa, y de mis compañeros en el colegio.

Ayúdame, Jesús, a servir a los de más.

 

Para reflexionar y dialogar en familia: ¿En qué situaciones puedo servir en mi familia?

 

ORACION

 

Jesús, dame un corazón de niño,

para ver a cada persona con tu mirada.

Jesús, dame un corazón de servidor,

para amarte y servirte en cada miembro de mi familia.

 

A tu amparo y protección,

Madre de Dios acudimos,

no desoigas nuestros ruegos,

y de todos los peligros,

Virgen gloriosa y bendita,

defiende siempre a tus hijos.

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